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¡Oh my god!
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Tarde o temprano a todos nos llega nuestro mes de vacaciones, menos al Diario Ilustrado, que no descansa y que sigue su marcha hasta su Apocalipsis (contemplad la lápida para concertar fecha). Pero para aquellos que estén de vacaciones, aquí van unos consejos para disfrutar de nuestras vacaciones:
1.- Para disfrutar las vacaciones hay que hacer aquello que realmente nos gusta, y no aquello que durante todo el año hemos ido dejando para hacer en vacaciones (si lo hemos ido dejando es que REALMENTE no nos atrae). Esto incluye irse de vacaciones con la familia (¡por los tachuelas de Cristo, noooo!)
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2.- En lugar de ir a la piscina o plantearnos adquirir una, nos aprovecharemos del amigo/conocido/saludado que habremos hecho durante la primavera y del que sabemos, a ciencia cierta, que dispone de piscina. No se trata de presentarnos de repente en su casa, sino de meternos a hurtadillas en su piscina.
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3.- Si no hemos hecho ninguna amistad en primavera, podemos aceptar la invitación a piscinas de desconocidos, sabiendo, de antemano, que se tratará un pederasta o un pervertido. Recordad que, antes de meternos en el agua, hay que dejar pasar un tiempo prudencial desde la última comida.
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4.- Procurar permanecer en rincones sombríos y húmedos, a la vez que tomamos melón (a poder ser, dos, uno con cada mano).
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5.- Hacer la croqueta durante todo el día a excepción de la hora de la siesta…a esa hora, siesta.
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6.- Finalmente, para disfrutar REALMENTE de nuestras vacaciones tenemos que ser conscientes que hay gente que NO ESTÁ de vacaciones. Debemos pensar, especialmente, en nuestros compañeros de trabajo que siguen dando el callo: nos recrearemos en su trabajo, en sus madrugones y en el calor que deben estar pasando.
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Alguien debería situarse detrás de CR y mientras le sujeta su aureola de dios blanco, recordarle que sólo es un hombre. (El mejor torso desnudo visto jamás, según mi R. –chica recatada y comedida que no perdía los estribos desde que se estrenó “Crepúsculo” en los cines-).
Ante el desaforado boom mediático de los fichajes del Sr. Flo y como veo que nadie se preocupa de preguntarle de dónde sale tanto dinero, me veo en la obligación de lanzar una recomendación al bon Jan.
¡Al loro!
En lugar malgastar esas cantidades descomunales de dinero, lo que hay que hacer es fichar un futbolista japonés.
Da igual que no sea un gladiador como Eto’o, que no tenga la calidad de Messi, ni el corazón culé de Puyol, da igual que sea más patoso que Hleb borracho, o con la misma capacidad dialectal de Gudjohnsen, más pálido que Iniesta, y más raro que ver a Piqué en “El Hormiguero”. Da igual. Pero será mediático. Más mediático incluso que la Kaka de CR (habéis pillado el juego de palabras, ¿verdad?)
No hay más que ver el revuelo que se ha organizado en Barcelona por el fichaje de Shunsuke Nakamura por el Español.
El «perico» de Nakamura: ¿qué haces hombre?
Un japonés te asegura un toque especial. No faltaran sus compatriotas en las gradas, ataviados con todo lo que el “merchandaising” de nuestro equipo sea capaz de venderles, no faltará el seguimiento que los periodistas japoneses harán de su colega internacional, y sobretodo, atraeremos a todas las fans del Japón en general.
Como mi amiga M (que divide a los japoneses en “fuckables” y “no fuckables”) y que ya esta buscando entradas para ir a estrenar “el camp nou de l’espanyol” -esto lo he escrito con mala uva, es cierto-, pa’ver a su fuckable Nakamura, y eso que lo único que M sabe de fútbol es que lo juegan “11 jugadores y un portero” .
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Un japonés sale barato y ofrece unos beneficios enormes. Si encima de tenerlo lo hacemos jugar, los beneficios crecen de forma exponencial. Además, serviría para agradecer que el mejor jugador japonés de fútbol de la historia, jugó en el Barça.
Oliver Aton acabó en el Barça
En todo caso, por muy malo que sea (el pobre) nunca será peor que grandes fichajes de la historia del Barça como Bogarde, Ciric o el mediático Amunike (jugador que, por increíble que parezca, NO tenía un contrato vitalicio con la marca nike).
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Un niño rico obsesionado con el suicido conoce, asistiendo a entierros, a una señora mayor, vitalista y que ha decidido suicidarse.
A esta peculiar sinopsis hay que añadir los detalles de los secundarios: madre imperturbable y manipuladora (hace el test para la compatibilidad de pareja de su hijo; lo hace ella por su hijo, quiero decir); un tío manco (“fue la mano derecha del general McCarthy”). Añadiremos una banda sonora de Cat Stevens.
Añadiremos los “suicidios” de Harold (al nivel del de “los conejitos suicidas”).
Harold suicidándose (otra vez)
Añadiremos también los robos de coches de Maude, su ingenio con los agentes de policía. Y su lección de carpe diem, rematado con la frase “La vida hay que vivirla, o no tendrás nada que contar cuando hables con los amigos.”
Harold sonriendo junto a su madre: acaba de cortarse una mano ante una posible novia, que ha huido corriendo (la novia, no la mano).
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Un último detalle: En todas las visitas a su psiquiatra, Harold lleva un traje igual al del psiquiatra 😀 😀 😀
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El otro día me lanzaron esta simpática pic del “célebre” luchador de la WWE, Shelton Benjamín (apodado “el estandarte dorado”).
¿Y qué tiene de especial? Contempladla un momento con atención…
Y mientras la observáis, aquí va un rollo completamente prescindible:
Que los luchadores son actores que interpretan un personaje, lo saben y lo asumen todos aquell@s fans que saben ponerse ell@s mismos unos pantalones. Con esto quiero decir que ni Festus, ni Morrison, ni The Miz son tan tontos como pretenden (en el caso de Morrison, lo es mucho más…); ni es cierto que Kozlov o Khali no sepan ni un palabro en inglés (saben los colores y la típica frase para ligar en Lloret de Mar: “Tunit disco, tumorrou bich”). Ni es cierto que Undertaker viva en el Valle de la Muerte, vive en una gran mansión como todo el mundo (como todo el mundo que es rico, se entiende). Y es que alguien que se hace rico a base de fingir, o es actriz porno o es un luchador de la WWE, y para ambas profesiones hace falta perspicacia, ingenio y una buena ducha.
Lo cual no implica, y volvamos a la foto, que, en un momento dado, hasta al más lumbreras pueda aparecer con el cinturón de campeón de los USA… ¡al revés!
Los seguidores de la WWE estarán de acuerdo conmigo que este “gag” es demasiado fino e inteligente para que se les haya ocurrido a los guionistas, así que llegamos a la conclusión que el bueno de Benjamín no sabe ponerse, él solo, un cinturón.
Lo que supone la excepción que confirma la tesis argumentada en el párrafo anterior.
Si eres fan de la WWE y tienes sentido del humor, visita los fanfics de humor
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Si os digo que el otro día me quede a ver Lara Croft: Tomb Raider, quizás penséis que este calor estival me ha provocado algún tipo de embolia.
El caso es que, a veces me da por ver películas ante las cuales mi sentido arácnido ya me avisa que no sólo no me aportaran nada, sino que puedo perder alguna neurona con ello; pero a mi me van estos deportes de riesgo.
No os contaré de qué va la película, soy incapaz de malgastar mi tiempo, y el vuestro, contando un argumento sin pies ni cabeza. Os diré, eso sí, que la idea central (ese acontecimiento cósmico que se produce al alinearse los planetas de nuestro sistema solar, es una idea que ya se usó en una de las películas que se hicieron de la serie McGyver). Os diré, también, que los guionistas de esta película plagian (ellos seguro que prefieren homenajean) a la saga de Indiana Jones:
- Terrible peligro al que el/la prota vence de un certero y simple disparo.
- Obligación, al final, de hacer el trabajo sucio al malo para rescatar a un amigo herido/muerto.
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Modelito invierno glacial, por Lara Croft
Y ahora lo bueno: lo mejor de la película son los modelitos “amazona guerrera” que luce Angelina Jolie (este mérito recae en los diseñadores del personaje del videojuego) pero hay que reconocer que Angelina es –seguramente- la mejor actriz para este rol.
Lara Croft y Angelina Jolie cosplayada
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Y ahora, el detalle por el cual recordaré esta película hasta el día de mi muerte:
Al producirse el alineamiento cósmico, una llave secreta se pone en marcha. La llave está escondida en un reloj. El reloj está metido en una caja. Y la caja está escondida bajo las escaleras de la mansión de Lara Croft. Ese pequeño hueco bajo las escaleras, es un lugar secreto: no hay ventanas ni puertas para acceder a él. Lara accederá allí rompiendo el grueso tabique de madera.
¿Y qué hace Lara cuando descubre que bajo las escaleras hay un zulo secreto? Pues alarga la mano hacia dentro del zulo y le da el interruptor… ¡y una luz se enciende!
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De esta secuencia no sé qué es lo más absurdo… si la presencia de un interruptor en un zulo de apenas un metro cuadrado. O el increíble hecho que Lara descubra todo esto porque el tic-tac del reloj no la deja dormir (dos pisos más arriba…).
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Este blog ha sido galardonado con el desconocido e inventado Premio Violeta...
También he sido finalista al premio Apio, al premio Yul Bryner, y al tocón de madera por mis posts sobre la madera.
Diario Ilustrado de un Ilustre Inadaptado 
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