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La primera vez que oí hablar de “Fear Factor” fue en un cameo que hizo su presentador, Joe Rogan, en “American Dad”. Un cameo en forma de dibujo animado, claro.
“Fear Factor” es un programa de entretenimiento, autodefinido de extremo, de una simplicidad que roza la maravilla: tres hombres, tres mujeres, tres pruebas y 50.000$ de premio.
Por extremo está el clásico aviso “a lo Pressing Catch”: las pruebas han sido preparadas por especialistas, por favor, no lo intentes hacer en casa o en la escuela.
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Las pruebas que deben superar los seis concursantes son versiones “hollywoodienses” de saltos, agilidad, o resistencia: saltar de un edifico a otro, volcar con un coche, escapar por un circuito bajo el agua, etc.
Pruebas basadas en los miedos más universales: alturas, explosiones, o quedarse sin aire. Y claro está, los bichos.
Los bichos es la “gran prueba” del programa. La versión light consiste en sumergirse en un sitio lleno de bichos (serpientes, gusanos, arañas…); la versión destroyer consiste en buscar comida entre los bichos o… ¡comerse a los bichos!
(Siendo objetivo, la prueba no consiste en comerse la “asquerosidad” sino en no echar la pota al intentarlo).
Os ahorro los bichos y os dejo con este funambulista
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La vertiente sociológica (o psicológica) del programa, es interesante:
¿Qué impulsa a una persona a ir a zamparse escarabajos por la tele? Está la notoriedad, el deseo de llevarse al límite pero, por comentarios de los participantes, gana el vil metal. 50.000 dólares es una cifra por la cual muchos, harían muchas cosas.
(Yo no sólo NO iría a participar jamás, sino que ni siquiera me ofrecería a presentarlo. Ya lo hace, y muy bien, Joe Rogan, con su mezcla de ánimo y sarcasmo con los concursantes).
Joe Rogan: «evidentemente el miedo no es un factor para ti»
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Como la versión que emite La Siete (un canal secundario de Tele 5, en TDT) es la versión made in usa, suelen aparecer muchos concursantes religiosos. (Estados Unidos es uno de los países más religiosos del mundo, aunque cueste creerlo). He comprobado que los creyentes tienen más posibilidades de vencer. La idea, muy norteamericana, que Dios está de su lado, parece impulsarles y en los momentos de flaqueza (o cuando el vómito acude a su boca) tragan y se aferran a su fe.
Es evidente que da igual en qué se cree: Dios, una pata de conejo o las bragas de la suerte. La fe en “algo” es la misma, y como bien dijo Igmar Bergman: “es mejor creer en cualquier cosa, a no creer en nada”.
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Sin duda hay programas de entretenimiento más ingeniosas, más inteligentes y mucho más baratos (el dispendio material y humano para las pruebas debe ser de miedo), pero de vez en cuando, conviene simplificar.
E imitando la “filosofía” de Joe Rogan, me despido con un “a ver qué nos deparará el mañana” 😀
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Mi crítico de televisión favorito, Ferrán Monegal (¿Quién?), suele decir que la televisión sólo avanza hacia abajo, cayendo más y más en el fondo de sus propias miserias.
Estos días he visto el descenso hacia un peldaño más sórdido aún.
Hasta ahora, las reinas de “la sordidez con elegancia”, presentada en la hipócrita bandeja del informativo: ARQ y CGC –ver mediodía de Tele 5 y Cuatro respectivamente-, se limitaban a explotar los casos de sucesos de uno en uno. A menudo, los encadenaban, como el memorable tridente de Las mañanas de Cuatro: “el monstruo de Amstetten”-Crimen de Mari Luz-reportajes de prostitutas. (más, aquí).
Pero ahora han encontrado un filón en lo que podríamos llamar “cameos sórdidos”. Lo he visto en La Noria y en Las mañanas de Cuatro.
- Jordi González siguió con afán el caso de la chica Marta del Castillo, y lo hizo con la madre de Sandra Palo (una chica asesinada hace algún tiempo) sentada en el plató.
El afable Jordi González, siempre al frente de debates malolientes
- Concha García Campoy no se ha quedado atrás: ha buscando una conexión televisiva entre el padre de Mari Luz y un tío de Marta del Castillo.
La simpática Concha Garcia Campoy, elegante incluso con cadáveres sobre la mesa
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Esta interconexión de casos, no es más que una traslación del clásico “comentarista deportivo circunstancial”. ¿Juega el Barça? Pues traemos un ex jugador azulgrana. ¿Juega Rafa Nadal? Que venga un tenista… ¿Qué tenemos un caso de sucesos sórdido? Pues traemos a algún familiar de un víctima de un caso similar.
Es como si les juntasen y les dijeran: Venga, hablad de lo vuestro (delante de toda la audiencia, para los que todo vuestro dolor no es más que un circo mediático).
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Mi queja no es hacia unos familiares que aparecen allí y que no pueden comprender por qué les ha ocurrido semejante cosa a ellos. Ni que personas que han vivido situaciones de angustia, miedo, incomprensión e impotencia, tengan una manera de darse apoyo o compartir sus sufrimientos.
Mi queja es: ¿¡QUE HACE LA TELE ALLÍ, retransmitiendo aquello como un partido más de Rafa Nadal!?
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Vientos de agua es una serie de televisión. Una co-producción argentino-española con la participación del canal de tv Tele 5, que era quien debía emitirla.
Me pregunto bajo el efecto de qué substancias alucinógenas estaba el directivo de Tele 5 que decidió que la serie se emitiría en su canal. No es que la serie sea mala, todo lo contrario. Pero, Vientos de agua es una serie para Tele 5, del mismo modo que Los Morancos son humoristas para una película de Woody Allen.
Que no…
No sé si fueron dos, o Tele 5 sólo llegó a emitir un capítulo. La serie tiene 13, y enseguida se empaquetaron en una cajetilla de cinco DVD’s.
Cubierta de los DVD’s
Una sinopsis brevísima podría ser:
Las historias paralelas de dos inmigrantes: un minero asturiano que debe huir de la España antes de la guerra civil y marcha a Argentina. Y su hijo, quien, años después, tras la crisis económica de Argentina, emigra a España.
La búsqueda de un futuro mejor, todo lo que se deja atrás, los nuevos amigos y los reverses de la vida… todo ello, empaquetado por el director (Juan José Campanella) y los guionistas con un delicado talento para ir componiendo fragmentos de la vida de los personajes.
En la pantalla, la presencia de los Alterio (Héctor y su hijo Ernesto) que dan vida a un mismo personaje Andrés Olaya en las dos épocas. Y Eduardo Blanco, como su hijo Ernesto Olaya.
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No diré que es la mejor serie que he visto, porque sería falso. No diré que es la que más engancha, porque ni de lejos lo es. Diré, eso sí, que es una serie que ha logrado algo que ninguna otra había logrado hasta ahora: emocionarme hasta el punto de soltar unas lagrimillas.
Mi personaje favorito: Juliusz
Fue en la despedida del personaje de Juliusz (Pablo Rago). Aún intuyendo desde su primera aparición, en el barco rumbo a Argentina, que Juliusz es el típico personaje que ****, aún así digo, su despedida del orfanato, y su viaje por Europa de la mano de la bella y valiente Gemma (Giulia Michelini) no me dejaron indiferente. También es emocionante la despedida en el aeropuerto de Ernesto con su hija.
Andrés conoce a Juliusz y le enseña español (insultos en español)
Si tenéis la oportunidad de verla, echadle el ojo.
Hoy en día es una serie rara, no por su argumento, sino por el material con el que está fabricada; algo artesanal, detallista, y que a la vez que cubre, como las novelas del siglo XIX, casi la vida entera de sus protagonistas.
Página oficial http://www.vientosdeagua.com.ar/
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Un botón de muestra: La segunda temporada de Dexter se anunció para un miércoles. Ese día Cuatro emitió de improviso una película, y Dexter pasó a emitirse (desde entonces hasta el fin) los jueves. El primer episodio empezó a las 23:15. Las dos semanas siguientes la serie empezó a las 23:30. Y luego pasó a emitirse a las 00:15.
¿A qué hora me pone hoy los gilis de Cuatro?
Que nadie se confunda, este no es un post de queja-llorosa. (Para llorar inútilmente, ya tenéis el blog de las series de Cuatro. http://blog.cuatro.com/series/ ).
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Si Cuatro, “la cadena que eligen las series” (o eso dice su publicidad) hace esto, ya no hace falta ni mencionar las otras cadenas. La series de culto de La Sexta (Entourage/El séquito, Larry David, Los Soprano, The Office, Rockefeller Plaza) se han emitido a partir de la una de la noche. Moonlight sufrió saltos continuos de horario y día, y es, junto con Life (en Tele 5), una de las que ha desaparecido sin dejar rastro (y sin que la cadena dijera NADA al respecto).
No me quieren ni los de Tele 5
Aunque no os lo creáis, Antena 3 ha emitido varias temporadas de 24. Lo ha hecho en maratones nocturnas de 3 o hasta 4 episodios seguidos en horarios absolutamente intempestivos.
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Ellos, las cadenas, justifican esos horarios por la falta de audiencia que estas series de calidad tienen en prime time. Y el telespectador se pregunta: ¿Quién va a verlo a esas horas? Pues ellos están convencidos que esa es una buena hora. Cuando escribí al Señor Tv3, cuestionando el horario de Rescue me, me contestó (a diferencia de las otras cadenas, el Señor Tv3, contesta) que esa franja (de una a dos de la madrugada) estaba teniendo un importante auge y que ellos consideraban que la serie estaba muy bien ubicada.
¿Allo Allo?
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Medalla de bronce para mi Choches (Juana Cordero)
Choches es la asistenta, la mujer de la limpieza. Con su bata, su carrito, su mala uva,… y vamos descubriendo que tiene múltiples y variados talentos, un gran orgullo, y que si es la asistenta, es porque quiere. Me encanta su muletilla: “¿a qué le doy con todo lo duro?”
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Medalla de plata para mi Arturo Cañas (Alex O’Dogherty)
Arturo es el chofer del presidente. Solitario por elección, duro de profesión. Descendiente de una estirpe de hombres (y mujeres) duro y valeroso, Arturo te suelta collejas con la misma facilidad que gotas de una sabiduría aplastante: “El hombre vive y muere solo”.
Un ejemplo práctico que la barba “abandonada” de tres días, embellece.
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Medalla de oro para mi Jesús Quesada (Arturo Valls)
Jesús Quesada, comercial; casado y padre de familia. Charlatán, mujeriego, machista, grosero, vulgar, vago, ignorante… todas las taras que podría tener el hombre actual. Un tipo de las cavernas vestido de traje y aún así (o quizás por ello) es imposible no reconocer en él, a un amigo, a un pariente, a un vecino o a un compañeros de trabajo (sic). Jesús Quesada es un prototipo universal y atemporal.
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Fuente imágenes: http://www.telecinco.es/cameracafe/
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Un año más, las cadenas de televisión estatal se vuelcan en el Halloween para rellenar de contenido previsible sus parrillas televisivas. Enésimas entregas de las infinitas Viernes 13, Sé lo que hicisteis, Halloween, y demás producciones de teen-terror (terror adolescente). Tampoco pueden faltar los especiales de Halloween de Los Simpsons, y de otras series.
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Este año pero, me ha sorprendido Tele 5 (cadena que, por lo general, vive de sus propios detritos y se muestra bastante ajena al calendario). El sábado en prime-time para seguir con el terror nocturno, el programa de Jordi Gónzalez, La Noria, dejó suelto al “alien”.
Alien y Belén Esteban ( El «Alien» es el de la izquierda)
A medida que pasan los años, Belén Esteban (de profesión… ¿?) se va pareciendo más y más al monstruo de Alien.
La Esteban en todo su esplendor y el híbrido Alien + Predator
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La trouppe de la oficina
Camera Café es el único programa de toda la parrilla de Tele 5 que me interesa, que veo.
Un escenario, una cámara fija, un skeetch en cuatro viñetas, 16 actores, y mucho ingenio.
Fuente imagen: Google
Este blog ha sido galardonado con el desconocido e inventado Premio Violeta...
También he sido finalista al premio Apio, al premio Yul Bryner, y al tocón de madera por mis posts sobre la madera.
Diario Ilustrado de un Ilustre Inadaptado 
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